Antes de que los móviles
incluyesen cámara de fotos, mucho antes de la accesibilidad a las cámaras de
vídeo y fotografía, un hombre querido y valiente llegó a Castromocho con una
Super 8 y una cámara de diapositivas.
Fue
el precursor, el pionero, al que muchos seguimos después. Nos fijamos en su
trabajo y decidimos continuarlo, porque el cuidado y detalle que ponía en cada
fotografía era el cariño que estaba dando al pueblo.
Gracias a su trabajo tenemos imágenes de
Romerías pasadas y del año que la Reina de los Ángeles estrenó el manto nuevo.
Una vez me enseñó una
fotografía que había hecho a un arco iris atravesando de lado a lado el pueblo
y bajo él, un palomar. ¡Qué orgulloso estaba de ella! Yo capté un arco iris
muchos años después, pero sólo la mitad.
Hoy Manolo Gago se ha ido más
allá del arco iris. Amigo, maestro, cada vez que vea un arco iris pensaré en ti
e intentaré captarlo entero. De lado a lado, como tú hiciste.
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