Este jueves hemos conocido la identidad del predicador de la Romería de nuestra señora, la reina de los Ángeles, de este 2011.
Se trata de José Antonio Fuentes Caballero Deán y vicario general de la Diócesis de Coria-Cáceres, al que recientemente han entrevistado en el diario Hoy.
José Antonio Fuentes Caballero (Castromocho de Campos, Palencia, 1941) estudió en el Seminario Diocesano palentino y posteriormente en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra, donde se doctoró. Tras ejercer en varias parroquias de su provincia natal, desde 1976 es canónigo penitenciario de la Diócesis de Coria-Cáceres. Durante tres años fue capellán mayor de la Clínica Universitaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra y también profesor de Ética profesional en la Escuela de Enfermería de la misma universidad.
Ha sido profesor de Ética profesional en la Escuela de Enfermería de la Seguridad Social y enseñado en el instituto Universidad Laboral y en el Colegio del Sagrado Corazón. En la actualidad es vicario judicial-juez presidente del Tribunal Eclesiástico de Coria-Cáceres. Desde hace 24 años ha sido elegido en sucesivas convocatorias deán del Cabildo Catedral. Es delegado diocesano de Patrimonio cultural y miembro del Secretariado de Patrimonio de la Conferencia Episcopal Española.
Ha sido profesor de Ética profesional en la Escuela de Enfermería de la Seguridad Social y enseñado en el instituto Universidad Laboral y en el Colegio del Sagrado Corazón. En la actualidad es vicario judicial-juez presidente del Tribunal Eclesiástico de Coria-Cáceres. Desde hace 24 años ha sido elegido en sucesivas convocatorias deán del Cabildo Catedral. Es delegado diocesano de Patrimonio cultural y miembro del Secretariado de Patrimonio de la Conferencia Episcopal Española.
Promotor en los años ochenta de numerosos viajes a diversos países europeos con grupos de jóvenes, que recuerda ahora salpicados de anécdotas, es un melómano entusiasta de Bach y de toda la música clásica. De hecho, además de cooperar con las instituciones en la promoción de numerosos conciertos y ciclos musicales, en alguna ocasión él mismo ayudaba un poco en la concatedral de Santa María «cuando faltaba el organista». Cree que en las demandas de nulidad matrimonial es difícil «descubrir la verdad o tener la certeza moral de la verdad» porque normalmente una de las partes se desentiende del proceso y los jueces eclesiásticos sólo pueden pronunciarse en función de las pruebas o los testimonios de la parte demandante.
Nunca se ha considerado un profesor 'hueso', pero sí bastante exigente, sobre todo a la hora de enseñar Derecho Canónico en el Instituto de Ciencias Religiosas.
Preciso al hablar, riguroso en el trabajo, el carácter castellano le acompaña hasta en el tono de voz. Y sobre todo en sus recuerdos de juventud, en los años formativos de seminario con veranos en la Abadía de Lebanza que recuerda como «un tiempo muy bien aprovechado y con mucho relax».
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